Manuel Valenzuela ha sido pionero en España en la elaboración de vinos naturales. Llegó con su familia, en 1979, al Cortijo Barranco Oscuro con la única motivación de vivir en el campo tras abandonar la gran ciudad. A las fincas de almendros fueron añadiendo pequeñas plantaciones de vid y así retomaron la actividad vinícola para cuyo fin se construyó el cortijo un siglo atrás. Siempre, desde el primer día, trabajó el campo sin química y hoy Manuel es un referente en agricultura ecológica.
Con Manuel, un ermitaño visionario, soñador y poeta, como muchos lo han llamado, se inició lo que años más tarde sería una auténtica revolución vitivinícola en la Alpujarra, demostrando las posibilidades de esta tierra de climatología extrema a una altitud al límite de lo posible. Fue un pionero haciendo tintos en Andalucía, recuperó la autóctona Vigiriega y elaboró el primer cava andaluz.
Las 12 hectáreas de viña están situadas en lo más alto de la Sierra de la Contraviesa, en la Alpujarra granadina, entre Sierra Nevada y el mar Mediterráneo, a 1.368 metros de altitud en su cota más alta.
Son los viñedos más altos de Europa cultivados de forma natural. Los suelos son de pizarras, muy pobres y pedregosos. El clima es mediterráneo de alta montaña, veranos suavizados por la altitud e inviernos atemperados por el mar. La escasa pluviometría (200-400 lit./año) da lugar a rendimientos bajísimos y a una tremenda concentración en la uva. Con todo el sol de Andalucía y a esta altitud el resultado son vinos potentes, largos, profundos y minerales, y de una enorme frescura.
Lorenzo, el hijo de Manuel, desde niño siempre estuvo involucrado en las tareas del campo y la bodega. Pero desde el año 2003 lo hace ya de manera profesional. Juntos elaboran unas 20 referencias al año de vinos blancos, tintos, dulces, espumosos.... y trabajan más de 30 variedades de uva diferentes, algunas todavía en experimentación.
- Toda la uva cultivada es de propiedad
- 12 hectáreas totales
- La uva es cultivada según principio de agricultura ecológica
- La vendimia es manual
- No hay riego de la viña
- No se usa ningún aditivo o levadura comercial
- 30.000 producción de botellas anual