Vigna Flor es una pequeña realidad artesanal estrictamente natural, dirigida por Francesca y Davide y dedicada a su pequeña hija Flor, con un par de hectáreas en el corazón de las Colinas Euganeas.
Ambos estudiaron enología pero se dieron cuenta muy pronto que el camino a seguir era el del vino natural, sin aditivos y uva sana. Cultivan viñas de hasta cuarenta años, despalillado manual, vinificación en depósitos de acero inoxidable y fibra de vidrio, sin aditivos enológicos añadidos, anhídrido sulfuroso prohibido en todas las etapas, sin filtrar. Producen muy pocas botellas y por suerte tenemos algunas.