Frantz Saumon, antes de convertirse en un viticultor estimado, fue guardabosques primero en Canadá y luego en Francia. Luego, en 2001 conoce a Christian Chaussard de Domaine Le Briseau, uno de los mayores expertos del vino natural francés y lo aprende todo de él.

Compra una pequeña propiedad que consta de seis hectáreas de viñedo plantadas en Chenin Blanc, donde las viñas tienen una edad media de treinta años y algunas llegan incluso a un siglo. La peculiaridad de este viñedo es que se ubica en cinco suelos diferentes para dar vinos completamente diferentes. Frantz realiza solo las intervenciones necesarias en la bodega, las fermentaciones son espontáneas, utiliza solo levaduras autóctonas y los refinamientos se realizan solo en tanques de acero y toneles de madera de varios tamaños. Los vinos de Frantz Saumon son frescos, acogedores con una fuerte mineralidad y año tras año sus vinos son cada vez mejores.